Tras la cancelación de su concierto en 2020 por la crisis sanitaria, el 10 de noviembre recibimos finalmente al Bach Collegium Japan con su director y fundador Masaaki Suzuki, uno de los músicos más laureados por su extenso conocimiento sobre la obra de Johann Sebastian Bach. El concierto, segunda cita de la Serie Arriaga 22/23, supuso la esperada presentación en Ibermúsica del Bach Collegium Japan y del maestro Suzuki. Como solistas, disfrutamos las voces de Aki Matsui (soprano), Joanne Lunn (soprano), Alexander Chance (contratenor), James Gilchrist (tenor) y Christian Immler (bajo).

En esta velada, la agrupación ofreció la misa más célebre del J.S Bach: su Misa en Si Menor. Estas son algunas de las críticas recibidas en en esta velada.

<<Pudimos disfrutar, y de lo lindo, de una de las obras capitales no solo del repertorio sacro, sino de la historia de la música en general (…) Construyó el japonés, siempre expresivo en su gesto diáfano sin batuta, un edificio coral de enorme solidez, bellísima sonoridad, cuidadísimo equilibrio y cristalina claridad. Todo estaba en su sitio y todo sonaba como debía. Empaste perfecto del estupendo conjunto vocal y también del no menos formidable grupo instrumental (…) Interpretación, pues, dibujada con perfección del más preciso orfebre, con una claridad extraordinaria y una intensidad expresiva difícil de mejorar. Velada formidable, acogida con gran calor por el público. El Bach Collegium Japan encontró la merecida revancha al revés pandémico en esta celebración donde la más hermosa y trascendida espiritualidad de Bach, sin perder nunca de vista su humanidad, se eleva por encima de creencias, temporalidades y otras minucias. Es simplemente la quintaesencia de la belleza hecha música, la elevación del espíritu. Y a ella nos llevaron Suzuki y su grupo.>>Scherzo

<<Hemos tenido suerte los amantes de la música de Bach con este segundo concierto de la Serie Arriaga que nos ha ofrecido Ibermúsica en el Auditorio Nacional (…) Inmediatamente nos sorprendió el sonido de toda la formación, y no necesariamente por la mayor o menor amplitud del mismo, sino por su calidez y su claridad. Con semejante dominio del sonido resultó cómodo al oyente descubrir las interesantes texturas de los instrumentos “originales”, las variaciones en la intensidad emocional de cada rezo y, como no, los insuperables contrapuntos de Bach (…) hemos de destacar el inusual acontecimiento de descubrir voces en un mismo concierto que, sin duda, dejan una huella indeleble, al menos en el oído del que escribe. Ya incluso desde la unidad de la masa coral se percibía que había una voz especial por su timbre y por su personalidad. Al final resultaron ser tres, y parece costoso decantarse por la más impactante y expresiva (…) Todo este elenco se ha presentado en esta ocasión con Ibermúsica por primera vez: esperamos que pronto haya una segunda. Terminamos, pues, con la sensación de renovación que acontece siempre al término de una de estas grandes obras de Bach, y cuando se percibe con claridad que quien la interpreta ha indagado y profundizado hasta en el último rincón de la partitura en busca de todos los elementos que puedan concluir en una interpretación cuidada pero inmensa>>Bachtrack

<<Suzuki parece tener completamente interiorizada esta música y sabe perfectamente hacia dónde se dirige, algo fundamental en una partitura de estas dimensiones y complejidades. La tensión no decae en ningún momento, manejando con extraordinaria habilidad los contrastes, deleitándose en cada detalle expresivo (…) El maestro nipón cuenta además con intérpretes ideales: el coro es un prodigio de ductilidad, articulación y afinación en todas sus secciones. El arranque del Kyrie resultó como debe ser, sencillamente estremecedor. Llegan al final sin apenas muestra de agotamiento, sino todo lo contrario; destaca su frescura, la transparencia y el empaste logrados. Cualidades que también se aprecian en la orquesta, con los músicos atentos hasta el más mínimo detalle indicado por las expresivas manos del director. Resultaron un modelo de equilibrio, y en los solos exhibieron un fraseo hondo y delicado, pleno de matices.(…) No hubo casi ni un segundo apenas que dejar para la íntima reflexión ante lo escuchado, un mínimo silencio, los aplausos de un público sinceramente conmovido se sucedieron en cascada, continuados de los gritos de bravo, para aclamar al director y el resto de los intérpretes>>El Debate

<<Enérgico, luminoso y esperanzador, comenzó esta Misa en si menor, en la que no se puede menos que loar el trabajo realizado por el coro –especialmente– y la orquesta del Bach Collegium Japan. Y es que este coro inicial con toda su soberbia arquitectura musical, que culmina en una densa y espectacular fuga, marca sin duda los derroteros por los que va a transitar una versión. Y así fue en este caso, augurando muchas de las grandes virtudes que estarían por acontecer (…) La afinación y el planteamiento orquestal por secciones del sujeto de la fuga en el «Kyrie eleison» inicial a 5, fue uno de los momentos más impresionantes de la misa, con una sección de cuerda demostrando sus enormes cualidades en afinación, empaste, sonido y articulación (…) Impecable el tactus impuesto por Suzuki, muy estable –casi polifonía renacentista–, marcando la pronunciación con pulcritud y exigiendo de sus cantores unas entradas ajustadas al milímetro. (…) Versión de enorme altura, como se ha visto, probablemente una de las que con mayores garantías es posible escuchar en directo hoy>>Codalario

<< Suzuki ha ido definiendo una mirada ingenua y pura, como si el manierismo vigente en los auditorios occidentales respecto a la taumaturgia de Bach necesitara un punto de vista periférico (…) ha conseguido grabar la integral de las Cantatas y el patrimonio de las pasiones y las misas, incluida la partitura de la gira europea que recaló en el Auditorio Nacional bajo el amparo de Ibermúsica. Allí se anunciaba el acontecimiento de la Misa en sí menor. Allí se produjo la revelación del misterio (…) Hizo una lectura de la Misa de extraordinaria sensibilidad y de esmerada pureza. El equilibrio sonoro eludía el riesgo de la sobreactuación. Y la riqueza cromática de la orquesta —y del exquisito coro— redundaba en una versión preclara, translúcida, pero nunca superficial. Bach se nos aparecía en toda su hondura y en toda su estética. En el fondo. Y en la forma. (…) la concepción coral e integrada de Suzuki subordina los protagonismos —los solistas se incorporan a la disciplina del coro después de sus arias y sus dúos— y redunda en el objetivo cumplido de la gran experiencia, como si Bach hubiera resucitado en los arrabales de Tokio de la mano de un sacerdote nipón>>El Condifencial

© Rafa Martín/Ibermúsica