El pasado jueves 7 de abril Ibermúsica recibía por primera vez a dos de las voces más brillantes de la lírica, Diana Damrau y Jonas Kaufmann. Junto al gran pianista Helmut Deutsch, que también firmaba su debut en nuestras series, ofrecieron una selección de más de 40 canciones de amor de Schumann y de Brahms. Durante el concierto, los asistentes pudieron seguir las letras de los lieder en español en las pantallas dispuestas en la sala y las originales en la versión digital del programa de mano disponible en la web de Ibermúsica.

Recogemos en esta entrada algunas de las impresiones de la crítica especializada.

<< Un recital de Lied en la sala grande del Auditorio Nacional, en un ciclo como el de Ibermúsica, requiere contar con estrellas de primera magnitud, un objetivo más que cumplido en este caso con la presencia de Diana Damrau y Jonas Kaufmann (…) requiere algo más que dos voces dotadas: una dosis de espectáculo que escenifique de algún modo el contenido musical y le dé una proyección de la que una Liederabend, de por sí, no siempre tiene. También se cumplió esta segunda exigencia, con los dos artistas, muy bien complementados, escuchándose uno al otro, dándose la réplica e incluso interpretando las diversas escenas de amor que los protagonistas de las canciones relatan en música (…) Kaufmann es, claro está, un cantante prodigioso, con un instrumento espléndido, un legato modélico y una expresividad sin fallos: capaz de la expansión más explosiva y de la armonía más recóndita, con interminables pianísimos. Sabe lo que es el Lied, y se pone a su servicio. Diana Damrau también comprende a la perfección el universo expresivo del Lied, y su voz cristalina y luminosa, sin el menor fallo, desplegaba de pronto, y ya desde el arranque (un poco accidentado por un problema pronto resuelto con el aire acondicionado), una variedad extraordinaria de matices expresivos: desde la gracia y picardía, muy teatralmente expresadas, hasta la desesperación más insondable y la atracción por la muerte, tan característica del género y del romanticismo alemán.(…) La clase y la sabiduría de Helmut Deutsch al piano llenaron la gran sala como lo habría hecho una orquesta y siempre, incluso en los momentos de lucimiento propio, que son numerosos, al servicio de los cantantes.>> José María Marco, Ópera Actual

<< Helmut Deutsch es un estupendo acompañante con una larga carrera junto a los más grandes liederistas. También es un investigador del repertorio (….) les ha diseñado un programa a base de lieder de Schumann y Brahms centrado en el amor de dos horas de duración incluido descanso con tres bloques en cada parte: dos de Schumann y uno de Brahms en la primera y viceversa en la segunda. Los tres lo llevan de gira por casi una docena de ciudades a lo largo de veinte días cantando un día si y otro no. Piezas mayormente contenidas, íntimas, alternando las conocidas como “Meine Liebe ist grün” de Brahms o “Widmung” y “Der Nussbaum” de Schumann, con otras casi novedades. La mayoría para una sola voz, algunos dúos como la preciosa “Tragödie” de Schumann, una huida estructurada con una canción para cada cantante antes de que las dos voces se unan para reposar bajo el tilo sobre una tumba o la que cerró el concierto, “Boten der Liebe” de Brahms.(…) Ibermúsica ha incluido muchas veces recitales solistas -Barenboim o Kissin, entre otros- en sus espectáculos mayormente sinfónicos, pero no recuerdo lied en ellos. No ha podido hacerlo más a lo grande, con dos de las máximas figuras actuales. (…) [Damrau] pronto mostró una voz que ha crecido en volumen, preciosa de timbre, expresiva para emocionar en muchos momentos (…) Kaufmann, por su parte, volvió a mostrar sus armas: el timbre oscuro, casi de baritenor, el control de las dinámicas, desde el piano más piano al forte intenso (…) Formidable el matizado e inteligente acompañamiento de Helmut Deutsch.>> Gonzalo Alonso, La Razón

Créditos: Rafa Martín/Ibermúsica

 << Aún en versión de concierto, la predisposición tanto de Damrau como de Kaufmann hacia la interpretación teatral fue una de sus mayores virtudes; es decir, aquella forma de cantar y comunicar que hace creíbles los personajes, aunque no se ejerza la escena plenamente. Ambos disponen de voces operísticas, pero supieron cómo replegar su voz, supeditar la voz al texto, y utilizar ademanes y arrumacos amorosos escénicos (…) El acompañamiento de Helmut Deutsch siempre fue un plus, dado que se encuentra en plena forma. Sus manos volaron delicadamente sobre el piano, que juega sobre las frases amorosas y las acaricia: en Brahms, expresando más el aspecto de la emoción que comunica el poema, al mismo nivel que la voz; y en Schumann, interpretando el alma del poema a través de la música como un todo voz-piano. (…) El recital fue muy del gusto del público, ya rendido de antemano al arte de Damrau-Kaufmann-Deutsch, que llenaba casi prácticamente el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Aunque fueron dos horas de recital, se nos hizo corto porque lo difícil, cuando se hace fácil -porque la grandeza de los convocados así lo permitió-, con un repertorio tan cuidado y tan bien elegido, llega más y mejor al escuchante. Y aunque pensamos que no habría propina, sí la hubo, y fue Untern Fenster [Bajo tu ventana], de Schumann, un cómico dúo que narra las conversaciones de dos amantes por la ventana, que quieren verse todos los días, pero ella se «niega» a abrir la puerta y tampoco quiere que nadie se entere de que él la visitará. >> Óscar del Saz, Codalario

<<Una velada, y más aún a dúo, puramente liederística es algo no habitual en el ciclo y que debe ser muy bienvenido, más cuando el programa es atractivo y sus protagonistas también. (…) El programa se elaboró con cuidada simetría (…) También la distribución estuvo bien estudiada, con cada uno de los protagonistas alternando canciones e intercalando dúos (tres en la primera parte, cuatro en la segunda). Damrau (…) ha ganado peso en la voz desde sus comienzos de coloratura, pero sigue sonando bien en su lado lírico, y el vibrato nunca resulta excesivo ni distorsiona la precisión de la entonación. Luciendo también una línea de canto exquisita en expresividad, con dinámica y respiración bien manejada (…) El veteranísimo Helmut Deutsch es, faltaría más, toda una garantía. (…) un pianista extraordinario para esta compleja y no siempre adecuadamente ponderada labor. Gozamos ayer de su maestría, y su piano fue elemento esencial en el decir de la expresión poética, porque, como bien señala Lorena Jiménez en sus notas al programa, el piano adquiere en estas canciones, tanto en Brahms como, muy especialmente, en Schumann, un papel más que trascendente.  (…) Preciosos los dúos finales protagonizados con sonriente y luminosa complicidad por ambos cantantes. El público, en su mayor parte bien diferente del que fielmente asiste al ciclo de Lied del Teatro de la Zarzuela, y por ello mucho menos habituado a sesiones intensivas del lied alemán, respondió con calor a lo mucho bueno que acababa de escuchar y a la indudable entrega de los intérpretes. >> Rafael Ortega Basagoiti, Scherzo